miércoles, 20 de marzo de 2013

Escucha el silencio.

Mintió, y el mundo la cre(y)ó.
Se dedicó sus propios versos, expuestos en los muros donde nadie mira, que todos saltan, que son baches para los nuevos valores de la sociedad. Que ironía, llamar valor a algo que cada vez importa menos.

Escribo dentro de mi cabeza, para que mis palabras no te alcancen, para que la realidad sólo me pellizque la mente y no el corazón. Me miro por dentro y te veo, haciéndote hueco en mis rincones, llenos de telaraňas, llenos de nada. La nada de condensa y se vuelve vacío, invisible a los ojos del que mira, inmenso para el alma del que siente.

Perdóname si valgo más por mis silencios que por las palabras que lanzo al viento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario