sábado, 19 de febrero de 2011

Amaneceres

Tengo la sensación extraña de querer morder el mundo y gritar "soy feliz".

No creo en la felicidad como un estado permanente, si no como algo efímero, que igual que aparece coloreando tus inviernos, se puede marchar sin más. No se cuándo ni cómo ocurrirá eso, ni siquiera se si se despedirá de mí; asique, por si acaso, quédate esta noche conmigo y te disfruto por si mañana no estás.
Hoy soy implacable. Lo se. Hoy se que derrumbo montañas con las lágrimas de felicidad que se posan en este instante en mi camisa. Esa agradable sensación de querer comenzar de 0 conservando lo bueno que tenias antes. Ese carpe diem que aclimata esta noche me sabe a nueva vida.

Solo me hace falta creer en dos cosas: en este instante y en mí misma. El instante es lo único que existe, lo único que tenemos con toda seguridad; lo que te abre oportunidades y te empuja al mañana. El mañana da miedo, terror, pánico; todo lo desconocido asusta, pero qué demonios. Vivelo. Si no lo experimentas nunca sabrás si eres capaz de enfrentarte a ello. Siempre te quedarás detrás de ese muro esperando a que el viento lo derribe en lugar de subirte a él y contemplar que tras él existe más mundo. Y qué mundo.

¿Que quién soy yo? Mi propia alma adaptada a las circunstancias que destruye la posibilidad de sobrevivir para supervivir. Ir más allá de uno mismo y creer que todo el mundo puede ser feliz ; aunque solo sea durante el tiempo que uno emplea en describir esa sensación.

martes, 8 de febrero de 2011

Estación Rota.

Coger trenes, escoger vías con cien andenes. Quedarte parada por si vuelve, te recoge y cambias al fin tu presente. Saber que lo era todo para tí, sin darte cuenta, se convirtió en tu elixir.. El aire ya no te hacia falta para vivir. Ella sustentaba tu universo, olvidaste versos llenos de miedos y celos.; abriste paso a su mundo, al vuestro... Esas cuatro paredes actuaban de sustento, ya no habia nada que me hiciera perderme en el camino, pues andaba contigo; ya no había luz que me cegara con tu mano agarrada. Los infinitos campos de trigo fueron testigos de mil y un besos y muestras de cariño. Confidencias entre sabanas, nos hacian dueñas de nuestras palabras calladas.. me decias todo si solo me mirabas...Almohada con fragancia a tu piel, me enrredo en ella para sentirte otra vez. Quién sabe si esta noche te encontraré de nuevo, en la esquina de aquel parque que dibujaron mis sueños.
El viento ya no era mi dueño, ni la soledad mi mejor amiga. Dueña de mi vida, tu eras mi única salida, mi cohartada por amarte con alevosía.. Camino entre las cenizas, las chispas avivan el fuego desgastado, los labios rasgados de solo besar sapos. La mirada perdida en la nada, mi Única arma es la fe que tengo en Estas palabras; mi único legado es este folio, mi Dios el demonio que me recorre por dentro y me enseña a plantarme frente al miedo y tenerle odio. Odio sin quererlo, odio para no sentir celos, para que salgas de mi estomago y no me lo retuerzas. Hay una salida pero la mía no tiene puerta...
Actuar con cabeza siempre fue mi asignatura pendiente.. resignación por escribir a la nada, sin remitente.. Sueños de pasiones carentes, realidad puesta en el suspense, noción del tiempo perdida...  Y mi alma se vuelve peregrina y vaga por las calles del olvido, buscándote, recorre las aceras sin sentido, se le olvidó cual era su principal motivo...

No es por lo que hemos vivido, si no todos por todos los besos que te dejaste por el camino...

lunes, 7 de febrero de 2011

¿Me ves?

¿Me escuchas? No logro ver el horizonte. Hay cosas en la vida que solo se ven a traves del alma.
Hoy la mía está llena de poros donde habitaba la ilusión.. vagando a oscuras se perdió buscando algo que la trajera de vuelta a casa.

¿Me sientes? Estoy aquí, aunque parezca casi invisible. Aunque mi voz solo suene dentro de mi pecho. A pesar de que mi risa desdibuje la ansiedad de mi interior.

Necesito creer que más allá de esto existe algo que me pertenezca.
Necesito buscar entre las cenizas del tiempo para pensar que algo tuvo sentido. Si me ves aquí perdida, déjame encontrarme yo sola, porque si me encuentro con tus ojos, me perderé del todo. Si mi vida tiene algún sentido necesito encontrar las piezas que me faltan para construir una nueva. O las dibujo, o las imagino. Lo que sea. Mándame una señal y dime que todo irá bien, que la desdicha dejará de perseguirme por donde quiera que vaya. Que mañana saldra el sol y se quedará alli siempre. Que no se quedará un par de días y dejará todo a oscuras.


Mientras me encuentro.. déjame a solas, tengo un pacto con el silencio. Él me intenta hacer creer que hay alguna puta razón por la que el dolor existe. Yo le intento hacer ver que si ese dolor no se intercala con sonrisas, llega a ser cruel.
Y cuando eso sucede.. mandarías todo a la mierda.  Sin importar lo que dejas... sin pensar si alguien va a notar que ya no estás ahi, simplemente te olvidas del mundo, te olvidas hasta de ti misma. Y te conviertes en eso, en silencio.


¿Acaso existo, o no soy más que silencio?