jueves, 13 de diciembre de 2012

Se despierta, abatida de soñar, en mitad del silencio. Y digo soñar, porque las pesadillas tambien son sueños. Extiende la mano buscando un resquicio de pelos de punta, un milimetro de piel que sentir.
Huele la almohada, respirando el espacio de más de esta cama, la falta de tu perfume.

Todo esta cerrado. En la puerta de salidas de emergencia, ya solo hay un muro. Tu emergencia fue volar; la mía, que me salieran alas. Y encerrada en este cuarto, mi cielo es el techo. Y encerrada en tu quimera, tu techo está en el suelo.

Lo esencial, dicen, es invisible a los ojos. Cuando arañes toda la superficie de realidades pobres y te encuentres con mi esencia, ya se abrá marchitado para tí. Es demasiado el tiempo que ha estado allí sin oxígeno; es increible como ha podido sobrevivir sin luz solo para que tú la vieras.


Dile al olvido que te recuerde su dirección. Guárdala, en tu mente, en tu pecho. Te lo pondré fácil, seré invisible. Porque tú no me veias, no me ves, no me verás.

Ahora duerme. Y sueña. Nunca dejes de soñar.

 



 

sábado, 8 de diciembre de 2012

A un poema de distancia

"Me partí en dos despues de ti; me dividí como se dividen los días según las ganas que tengas de recordarme, como se abren mis calles cuando te descubren bailando como el viento del invierno, como la única chica feliz en un bar de carretera o la única chica triste un viernes por la noche. Como un funambulista adicto a las caidas, como si el precipicio fueran mis manos y el miedo se hubiera evaportado de tus pies; me fui y me dejé contigo tan desnuda que pensé que jamás volvería a tener calor -en un mundo de contradicciones eres mi reina-.
Dejé mi mitad esparcida sobre tus sábanas y entre tu pelo hundí mi nariz mientras dormías -o mientras escuchaba al mundo respirar, ya no sé- para que no te dieras cuenta de lo rabiosos que me resultan los dias cuando apareces, es decir, cuando no apareces. 
LLoví sobre tu espalda al mismo tiempo que sacaba el paraguas para que mi ausencia no te salpicara, a pesar de lo que me gustaría lamer las heridas revueltas de tu costado, y hacer nudos con mi lengua con todo lo que se esconde detrás. 

Me abandoné para tí, sin saber si dejaba más de lo que me llevaba. Me caí, de cabeza, buscando el golpe de tus omóplatos en mis ganas de besarte cada día, todos los días, y todos los besos, todo tu cuerpo, todo tu pelo, cada día, todos los días.
Me quedé dentro de tí mientras me marchaba. Y así ando ahora, dando traspiés con solo un pie; haciendo todo a medias desde tí; balanceándome inerte entre tantos recuerdos que te juro que aún rememoro cómo era eso de sentir, es decir, de besarte.
Paseando, tan torpe, entre tu nombre y mis heridas, con la incoherencia de querer llevarte a la guerra al mismo tiempo que te acuno en mi paz; hablando a medias porque despues de probar tu boca, las palabras ya no sirven de nada; latente, a un poema de distancia de querer volver a besarte, a una última canción de volver a bailarte de nuevo. Con un ojo entreabierto por si se te ocurre volver a mirarme y no estoy, mientras intento aprender a besar todo lo que habla de ti para que me dejes de hacer falta. Soñando con tenerte tan cerca que solo pueda abandonarte, pero entonces despierto porque los sueños a medias son solo eso, sueños. 
Pero al final, como en todos los finales, solo quedan certezas. Me olvidé de mi con el único propósito de que tú no te olvidaras de mí -todos necesitamos ser salvados-, con la única intención de que te dieras cuenta que la mitad que dejé en tus manos eras tú misma, que te pertenezco y me perteneces de una  manera que aun no se escribir, y eso me asusta más que tú. Que no puedo abandonarte porque entonces me quedaría vacia, sin ti, sin mi, y cómo sobrevivir entonces.

Asi que, cuidame, es decir, cuidate.
Por mi vida."

jueves, 22 de noviembre de 2012

Imagínanos. Andres Suarez

"Imagíname feliz, así será como un cuento. Imaginate un desliz sobre un tapiz de cielo.
Luego escribiré Berlin para que llegue el invierno. Rodaremos y el jardin será un vestido nuevo. Luego otra vez a vivir. Luego primavera, invierno. 

Imagínatelo así, con esta cara de baile. Como quien te hace reir y te besa en la tarde. 
Luego una canción sin mi.

ImagÍnate un "perdón por lo bailado", un "no te quiero tanto sin salvarte antes". Reavivar desplantes posado en tus labios, levitar sin aire queriendo ser viento
Tengo demasiado tiempo para ser feliz. Tengo que salir de aqui, me estoy volviendo cuerdo.

Y miro la cara que tiene la luna, y yo que busco en la tuya el futuro y la encuentro solo cuando bebo. Lo siento, me voy.

Y un colibrí de palabras lento, sin significado, a una garganta que canta, un medidor de pasado. Aun no es tarde, es mañana, aun me quieres callado.

Ahora baila."

Imagínanos sin mar, pero mojados. Dos acantilados y un barco de vela. Un abrazo largo de sonido celta. Recoger lo que ha dejado una marea llena. ypasear descalzo con nuestro tesoro. Y tú dices que te quedas y nunca acaba el verano.

Vamos a hablarnos. ¿Qué te molesta el vivir? 
Somos dos barcos barados. Somos Machado y Machín.

Vamos a un lado. Hay otro "pero" aun aqui.
Vamos rodando, descalzos.
Vamos queriendo seguir.
Vamos callados.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Rutina.

Suena el despertador. Levántate tú. Ya no estoy yo para despertarte con mi voz en formato susurro, o mis labios para dar forma a los besos de desayuno.
Apagálo y vuélve a dormir si quieres. Ya no oirás esa voz que te pedía que salieras del nórdico para enfrentarte al mundo. O que me metieras debajo de él. Contigo.

Abre los ojos, y mira tu móvil. Ese no es mi número, ni mi estilo de darte los Buenos Días. Pero al menos, alguien ha pensado en ti esta mañana. Agradécelo.
Vístete.  Coges esa camiseta, la que te ponias porque a mi me encantaba cómo te sentaba. La metes en el armario, detrás. Y te pones la que aún lleva la etiqueta puesta, la que huele a algodón sin dueño. 
Lávate la cara, y mírate. Solo tres segundos más de lo que lo haces diariamente. Y sonríete, anda. Cómo vas a empezar a quererte mirándote con esa cara tan seria. Además, la sonrisa te sienta bien, con cualquier cosa que te pongas.

Pero sobretodo, no mires a la derecha. Ahí fue donde descubrimos que la piel puede ser infinita si no sabes donde empieza tu cuerpo y acaba el mío. 

Sí, se que hace frío, pero en un rato se te pasa, cuando apagues los recuerdos y enciendas la estufa. 
Igual notas que el silencio grita más de lo normal, pero al final, acabarás sorda por no escuchar nada de lo que te decía. Y el día que quieras escuchar, yo ya seré muda. 

Si notas que el café está frío, será por la taza, que se cansó de tanto esperarte. El microondas está roto, asique mejor tómate un zumo de esas medias naranjas que fuimos, igual aun queda jugo. 

No te olvides de las llaves, todas esas que tienes y que no sabes para qué funcionan, pero hay una que te abre, estoy segura. Solo tienes que dejar de intentarlo siempre con la misma.
Y abrígate, el invierno no perdona, y los abrazos vacios no dan calor. 

Pero te deseo un buen día, aunque yo jamás lo sepa y tu nunca me lo cuentes.




jueves, 15 de noviembre de 2012

Invisible

Te he convertido en aire. Respiro solo a veces, cuando mi pulmón quiere sobredosis de recuerdos. Cuando no ahogan ni me hacen daño los grumos de tus inseguridades.
Hemos jugado durante mucho tiempo a los dados, tu siempre avanzando casillas, yo me quedo un turno sin tirar, esperando mi momento, tiro el dado y sale cero.

Y tú me pides otra partida.

Y yo cansada de ser un juego. Avanzo fuera del tablero y huyo. Si, soy una cobarde que un día fue valiente y te besó. Hoy no tengo nada que apostar, lo último fue el corazón, y ahora tengo un hueco enorme en mi pecho que late hueco.

Permíteme que pulse game over antes de acabar. O que me deje ganar; de todos modos, sabes que al final iba a perder.
Permíteme, al menos, que conserve el alma. 


miércoles, 29 de agosto de 2012

Broken.


Lo perpetuo no existe, y si existe no está en este mundo. Y el principal motivo es el amor. Igual que te envuelve entre sabanas de seda y absorve lo mejor que llevas dentro, te arranca el alma, te parte en dos.
Y las cosas empiezan a cambiar cuando las miradas terminan en el suelo y no en el cielo. Ahi es cuando te das cuenta de que algo se te escapa, y solo recoges impotencia. Los besos empiezan a caducarse, mis labios tienen fecha límite. Mi vida comienza a deslizarse sin tu sonrisa, y se llena de emociones contradictorias, de pensamientos que deberian estar inertes.
Pero no es asi, algo ha cambiado, algo te hace crack dentro. Y se rompe.
Y ya no puedes hacer nada por recuperarlo. Hay cosas irreparables. Y si las consigues recomponer, nunca quedan igual.
Puedo resetearme, pero sigo en formato tristeza. Puedo llenarme de esperanzas, pero las mariposas se mueren en cuanto cruzan tu calle. Puedo disfrazarme a tu antojo, renovarme y hacerte feliz de nuevo. Pero, seamos sinceras, no seria yo. No serias tú.

La vida me sabe agridulce. Me apasiona y me aprisiona. Dibuja cuadros sin color y me enreda entre pinceladas de recuerdos que tienen colores calidos, como la tarde en la que nos vimos e hicimos que anocheciera.


Ya es de dia. Abre los ojos. Mira su hueco de la cama, frio, sin olor, sin besos de desayuno.
Ahora sonrie, sonrie porque pasó, porque ayer ese hueco lo llenaba su presencia, el mismo que hoy aguarda en tu pecho.

lunes, 13 de agosto de 2012

Oleadas.

Supongo que todas las despedidas deben terminar con llantos, corazones quebrados, sentimientos disipados y algun que otro rechazo. Lo perfecto seria que todo acabase con una sonrisa en los labios y el recuerdo  que hoy te alimenta.

 Nada de eso es cierto. A no ser que tu puerta siga entreabierta esperando a que ocurra, mientras ver pasar tu vida. Si cierras la puerta, te cierras a ti misma. Cierras las compuertas de la pasión, y abres la llave de las lágrimas. Te sumerges en tu propiO mar, rodeada de todo aquello de lo que no te quieres deshacer, pero no queda otro remedio; o eso, o te ahogas. 

Ahora solo queda nadar o dejarme llevar a la deriva, y por suerte, cruce un puerto en el que parar a descansar.

Sin embargo, yo hubiera seguido nadando entre esas olas que me hicieron volar y ver el cielo en el mar.

martes, 10 de abril de 2012

Y si el miedo.

Y si. Los condicionales a veces son el comienzo de las frases más difíciles. Esos que a veces te hacen pensarte dos veces si tirarte al precipicio donde antes te lanzabas sin miedo. Algo se quiebra, una pequeña rendija en el resquicio de tu quimera.
Que esa pequeño resquicio no te haga olvidar lo que de verdad importa. Todo se puede reparar si tu quimera es lo suficientemente grande.

La mia lo es.

martes, 28 de febrero de 2012

Esencia.

Estoy deambulando por las calles de mi mente, buscando algo que no se siquiera si existe. Algo diferente, que tenga esencia, que acabe con mis sueños y los haga realidad. Estoy buscando lo que no tiene nadie que conozca, y lo que algunos tienen pero no me pueden dar. Ando descalza para sentir la escarcha sobre mis pies, y que me envuelva el frio de pelos de punta.. para volver a sentir como se me eriza la piel.
Estoy buscando un corazón perdido en las calles de mi memoria, que nadie se molestó en encontrar.
Estoy buscando el óxigeno que necesitan mis pulmones en el filtro de un cigarro, intoxicado de historias de madrugada.

No pretendo que nadie lo entienda, ni siquiera mis pupilas. Me gusta pensar que solo yo pienso asi, en la esencia de la vida que se ha disipado en alguna esquina donde habitan los sueños.

Dejenme inventar mi mundo, el real esta hecho de plástico.

viernes, 24 de febrero de 2012

A base de golpes.

Llevaba ya varios días sin llorar. Créeme, no me perdono estas lágrimas. Cerré las compuertas para que no rodase ni una más por mis mejillas, pero hoy el caudal de mis ojos podría inundar todo mi ser. Intento evaporarlas, derretir la coraza que me hace estancarme; tal vez, mis heridas pasen desapercibidas si las cubro con sonrisas que no estén desgastadas.

No quiero sangrar más. El corazón reclama los sentimientos de ayer, y lo alimento de promesas que no llegarán, de esperanzas que se desgastan al cruzar el pasillo y  no encuentran luz. Han apagado las luces, han cerrado las puertas, y solo me queda la salida al exterior.

Y ahora qué demonios importa cómo me siento. Se que mañana amaneceré con una sonrisa ignorando que mi almohada está empapada de decepciones. Se que mañana me despertaré un poco más fuerte, un poco más capaz, un poco más razón y menos corazón. La realidad me pellizca cada día y cada vez le hago más caso, a pesar de que mi pecho palpite de emociones esperando que me deje llevar por su caudal. No quiero ahogarme, eso es todo. No quiero apostar la única carta que me queda para que alguien la desperdicie y la guarde en el cajón de la nada.

Simplemente me valoro. Y si existo para alguien, que sea para mi misma.

A base de golpes se hacen las personas.