lunes, 31 de enero de 2011

Teorias 2.

Tengo una teoría. Los feos son más profundos. Además, están obligados a ello. A la gente guapa no les hace falta enseñar su alma para gustar a la gente. Los feos deben hacer esfuerzos sobrehumanos por ser vistos, por brillar como las caras bonitas.
. Rompo todos los cánones de belleza superficial y me adentro en la profundidad de los mares en busca de la esencia de las personas, lo que nunca muere ni cambia con el tiempo. Busco almas. Que esperan a ser encontradas y sacadas de su infierno para mezclarse con los icebers de mi polo norte. Busco un poco de sentido común entre tanta superficialidad. Busco lo que nadie retiene y lo que todo el mundo anhela.

Y doy gracias a la vida por enseñarme a mirar a los ojos en vez de a las tetas. Al fin y al cabo, con el tiempo todo cae por su propio peso. Pero el alma.. el alma se mantiene en pie.

Changes.

Nadie está preparado para los cambios, sobretodo si no está en tus manos dejar todo como estaba. El mundo no se para para que tú te montes en él, no espera a que tragues saliva y te enfrentes a la realidad, no te seca las lagrimas ni alivia el dolor de tu pecho.
Gira...gira mientras mi reloj sigue muerto e intento buscar una razon en el silencio.
Avanza... rompe las cadenas que te ataron a mi cuerpo y enséñale al mundo quien eres. Todos te están esperando.. el universo tiene que conocerte; tiene que hacerlo para descubrir lo que es la vida, para darle sentido a estas palabras, para darle sentido a mi vida.
Corre lejos de aqui.. yo contemplare tus huellas y esperaré en el banco en el que me dí cuenta de que eras tú, esa parte vital que me completaba.
Yo pararé el reloj esta noche tumbada en mi cama..esperando que el mundo me coja la mano.. y me lleve al eden donde empezó todo esto..

sábado, 29 de enero de 2011

Llamo al olvido y no me responde.

Adaptarme a las circunstancias...Acaso un pedazo de hielo puede sobrevivir en el desierto? Continuan pasando los dias, pero yo sigo quieta, en mi lámpara de lava las horas se desgastan, el verano se viste de otoño y elimina toda posibilidad de elección. Bajo mis noches encuentro dormida a la razón, inutil mi perseverancia y por los suelos la poca autoestima que guardo en el cajón de las esperanzas. La ilusión enloquece mi alma por un segundo hasta que despierto y se rompe en pedazos, intento recomponerla y se evaporan las piezas...se evaporan los sueños, la imaginación no me sirve si la realidad acaba con las predicciones de mi cabeza. Nada encaja, nada sale como mi mente quería.. Y me ataca la ley de Murphy, donde si crees que algo no te puede salir peor, te aseguro, sale..
Mi cuarto esta lleno de esperanzas, embalajes con "carga fragil", asique te quedas quieta, porque con cada movimiento se vuelve a romper algo.


Ser lo que era antes de tí. Parece fácil, pero yo no me acuerdo de ser sin antes nombrarte.

jueves, 27 de enero de 2011

Decepción.

Dar mil vueltas alrededor de una veleta que ya no gira sobre tu eje. Romper las cadenas que me soldaban a una vida en común y conjugar verbos en pasado. Trasladar el eco de las palabras al abismo de la última mirada que se cruzó con tus ojos. Volver la vista atrás y darme cuenta de que la verdad es pasajera y se tambalea entre ambiguedades.

El rumbo de mi vida hoy no lo decides tú. Si me equivoco, déjame, déjame ser libre por una vez, aunque resbale, aunque me tambalee; esto es la vida para mí. Si me caigo otra vez sigue observándome en el suelo como hacías ayer. Hoy no quiero tu mano, no me sujeta. Si mis palabras no se dirigen hacia tu boca no escuches a la luna gritarte por las noches. Si tropiezo con tu recuerdo, sal de esta noria y vuelve a clavar esa daga donde estaba, ya no sangro.
Puede que la profundidad de mi herida no se pueda calcular, ni el olvido sea programable. Puede que la inocencia me halla abandonado y la realidad me pellizque el corazón. Puede que ya de igual el tiempo, el invierno, los amaneceres y las lágrimas encerradas en la mesita de noche. Puede que mañana despierte y olvide tu nombre; porque hoy te miro y no te reconozco.
Cada día veo a alguien que mira tras tu ojos, tiene tu voz, usa tu perfume, se mueve como tú. Y cada día que la miro conozco menos a esa persona que fue y pensaba que sería.

¿Sabes lo mejor de lo peor? Que tu cobardía me ha convertido en poeta. Que rompo con palabras las cicatrices que marcan mi piel. Que huyo de tus tinieblas adentrandome en mis letras. Que la fuerza que se puede crear del dolor es más poderosa que el propio odio. Para qué odiarte, si puedo hacerte invisible.

martes, 25 de enero de 2011

Hoy*

Hoy mi alma no tiene precio. Se subasta en escaparates de un todo a cien.
Hoy las palabras se mezclan con el humo y los besos con los restos de la copa que se encadena en mi mano.
Hoy no encuentro el fondo de la botella al igual que no renace el horizonte donde una vez fui alguien.
Hoy esta habitación me ahoga de recuerdos y aunque abra la ventana no se van.
Hoy te odio, te quiero, te olvido, te anhelo, te evito, me pierdo, te encuentro, te necesito, te repelo.
Hoy necesito una tregua para coger aire fuera de este círculo contaminado de realidades pobres.
Hoy a mi corazón se le caen las piezas que pegué con mentiras.
Hoy no sirve de nada salir a emborracharnos, ni la mejor marca de hachís, ni los mejores besos de bocas desconocidas.
Hoy al edificio de las apariencias se le ha caido la fachada.
Hoy le robaría las alas al viento para poder soplar en otros horizontes.
Hoy .....


Según un estudio de una universidad americana, hoy es uno de los dias más tristes del año. Lo han probado a base de fórmulas matemáticas y estudios físicos.
Mi corazón también lo ha sabido y no le ha echo falta sumar la tristeza.
Buscar un lugar en el mundo para ser yo sin sentir que me hundo.

Que no me ataque más esa sonrisa desdibujando las barreras que construí a base de rechazos. Que no vuelva a mí la sensación de pertenecerte. No seguir luchando por un corazón que ya no late al mismo compás que el mío. No querer pasar por las calles donde agarrabas mi mano y no te importaba si al final de la acera se acababa el mundo: hubieras saltado conmigo. Yo me arriesgué y salté, pero tú no me seguiste. Es cierto, pensé que el fin del mundo era ese. Mientras yo caía por el precipicio tú cubrías con cemento los huecos por los que tenía opción de volver a colarme en tu vida.

Cerraste las puertas, las ventanas, las rendijas. Acotaste mi mundo a límites donde es imposible respirar con tan poco espacio. Llenaste el verano de inviernos sin abrigo, de caricias sin piel, de arcoiris sin color. Arrancaste lo poco verdadero que tenía en mi interior para venderlo a cualquier precio.

Nos llevó tanto tiempo construirlo y tan poco destrozarlo...

miércoles, 19 de enero de 2011

Her.

En esta vida nada es objetivo, no existen las realidades absolutas, y solo existe nuestra percepción sobre lo que sentimos o vemos. Muchas veces, a pesar de que miras, no ves.

Ella era un alma sin rumbo, pero orgullosa de no tener un cauce por el que perderse y con riesgo de ahogarse. No conocía el amor, pero sabía perfectamente lo que era querer y perderse entre otro cuerpo. Era como pisar el cielo y no entregar tu alma. De todas formas, la vida aun no le había dado otra piel con la que fundirse totalmente; su cielo estaba por llegar, y su alma por descubrir.

Su respiración se paralizó nada más olerla. Sus ojos dejaron de pestañear al levantar la vista y verla. Sus piernas dejaron de funcionar al cruzarse ella en su camino. Su corazón comenzó a latir como laten los corazones cuando se despiertan de ese sueño profundo, ese coma de no saber amar. Ella no creía en los flechazos, pero dejó de pensar en lo que creía y en lo que no. Cualquiera que ve por primera vez a un ángel comprende que el cielo existe.

Ella lo tenía todo. Y cuando digo todo, es que la tenía a ella. Puede que fuera joven, incluso dicen que con 18 años no se podía estar enamorada.Tienen razón; con 18 años es mucho más fuerte que amar. Y, con 18 años, la vida la sorprendió, como sorprende ver florecer amapolas en invierno. Era amor, estaba segura.

Ella  y ella. Las cuestiones sobraban. Era como volver a nacer. Todo era nuevo, como esa sensación de querer meter el mundo en una cajita y entregrárselo. Tampoco conocía ese tipo de caricias que te tocan el alma, ni los besos que traspasan la piel. Olvidarte de que te observan y agarrar su mano, sentirte orgullosa de amar a otra mujer. Pero lo que más le gustaba era esa forma de mirarla. Era como si todo lo que necesitara para sobrevivir estuviera en ella. Eso asusta, y mucho. Era como si apostaras toda tu vida a un solo número. Si ganabas, lo tenías todo.
¿Y si pierdes?¿Que harás?

Así fue. Jugó todo a una tirada de dado y salió cero. Todas las apuestas apuntaban a que así sería, y, a pesar de que ella también lo sabía, jamás dejó de creer que podía ser posible. Si no creía en eso, no le quedaba nada. No se preguntó ¿y ahora qué? porque para ella, el tiempo dejó de existir. Ya no había nada. Nada excepto la ausencia y el dolor insoportable que se mete en el cuerpo y te suprime toda señal de existencia. Solo un cuerpo, lo demás se lo llevó ella.
Era como dejar de ser para solo existir.

Es la primera vez que sale de su cama tras varios días donde su mundo se reducía a las paredes de su cuarto. Evitó tres cosas:  mirarse en espejos para no comprobar la realidad. Tratar de hablar más de dos monosílabos seguidos, las palabras acabarían ahogadas en lágrimas de nuevo.  Poner la radio, televisión o cualquier aparato que le recordara que la vida sí seguía para los demás.

Me ha parecido ver que sonreía. Sí, seguro que era una sonrisa. A pesar de que el dolor no da tregua, el tiempo pasa, incluso para ella. Los días van descamando esa herida para hacerla fuerte; a veces sangra, sobretodo por las noches, pero hace dos segundos la he visto reir; no es muy común, pero hace unos meses era prácticamente imposible observar algún síntoma de alegría en su rostro.

Hoy, ella es un alma sin rumbo, pero orgullosa de no tener un cauce por el que perderse y con riesgo de ahogarse. Ya había pasado por eso. Había conocido el dolor, pero también el amor. Amor y dolor van unidos de la mano, cuando uno te falta, el otro se convierte en tu aliado más fiel, a pesar de que no lo quieras contigo. Si dijera que estaba curada del todo, mentiría.
La vida ya le había dado otra piel con la que fundirse totalmente; su cielo había desaparecido, o tal vez, se había caido de el, volvía a la tierra. Intentó subir de nuevo allí: se había dejado el alma. Sin embargo, comprendió que el alma vuelve a tí cuando estás preparado para darla de nuevo. Pero ahora hablaba de otro tipo de amor: amor a amar la vida y el mundo, a exprimir el tiempo hasta que se paré el reloj, a apreciar las pequeñas cosas que hacen de la vida algo grande. Pero sobretodo.. a amar a todas las personas que han reconstruido su alma. Sabía que tenía las alas rotas, pero ellos fueron los que le dieron las fuerzas para echar a correr.

lunes, 17 de enero de 2011

Llévame lejos. No cojas esas fotos..son de cuando ella aun me quería. No me digas hacia dónde nos dirigimos y qué vamos a encontrar allí. No quiero saber nada más que el silencio. Solo necesito asomar la cabeza por la ventanilla y que el aire me descoloque el pelo y las ideas. Solo necesito una bocanada de oxígeno que no sea mortal, que no sea su respiración. 


Las miradas cambian. Y cuando eres consciente de ese cambio, cierras los ojos para no llenar tus pupilas de tantas promesas sin cumplir. ¿Acaso cuando decimos "te quiero para siempre" somos conscientes de la cantidad de promesas que se construyen? Y te da igual si empiezas por el tejado, sabes que va a salir porque es incluso más maravilloso de lo que te esperabas. Empiece como empiece esa construcción..en realidad lo que acojona de verdad es el final. E igual que esas 4 palabras han cambiado el destino de tu trágica incapacidad de amar, una mirada puede destruir todo aquello que se ha creado. Y además de ser incapaz de volver a amar a alguien, dejas de amar la vida.

Dejaré de recordar al cruzar la frontera, te lo prometo. Hemos venido aqui para encontrar al olvido ¿no? Solo quería despedirme.

miércoles, 12 de enero de 2011

Volver.

La transición a lo que la gente llama comumente "etapa de madurez" puede ser un punto de inflexión en nuestras vidas; sin embargo, yo no creo que nadie nunca llege a esa etapa. El intelecto humano no esta preparado para entender la vida; si fuera así, ¿quién le lloraría a la muerte? Qué paradógico, es lo único seguro que vamos a hacer tras vivir, y es lo que más nos duele.
No somos manzanas que vayan a caer de su rama cuando estén preparadas para dejar de vivir a tres metros sobre el suelo. Eso significaría que no valdría la pena vivir más allá del primer rebote contra la tierra; no nos quedaría nada más por hacer, sentir, pensar o soñar, lo que nos convertiría en absurdos vegetales cuyo movimiento dependería de hacía que punto cardinal sople el viento esa mañana.

Por eso yo me río de los que creen que han vivido todo; por eso, la vida les da una lección a su existencia y los papeles del destino se intercambian con el paso del verano. ¿Aún no lo sabeis? Nada permanece, todo cambia. Y no lo digo yo, lo dicen las hojas escritas en tiempos donde amar era mi segundo apellido. Lo dice mi mente soñadora que se ha creado un mundo paralelo donde mis brazos forman un solo cuerpo con los tuyos. Lo confirman las cartas quemadas del último cajón que se ahogaron en lluvías de ceniza.

Parece mentira; ayer tenías un sueño entre tus manos y lo veías tan tangible, tan seguro, tan tuyo, que era improbable que se te escapara. Y ahora te arrepientes.. porque sí, lo has valorado, pero no has estrujado ese momento hasta que no quedara nada más por soñar.

 Debí haberte entregado el alma aquel día, para que al menos así tuviera una excusa para volver.

martes, 11 de enero de 2011

Transiciones.

A veces soy débil, quien no me conoce pensará "qué estupidez", siempre con esa sonrisa y esos pasos seguros hacia el mañana. Pero lo cierto es que puede que llore más que tú. Quizá por eso a veces me vuelvo valiente y combato haciendo que por cada 1000 lágrimas se muestren 1001 sonrisas.

A veces me siento sola y me gusta esa sensación de acotar mi mundo a una mente, mi mente; ese sensación de estar conmigo misma. Otras me parece cruel y desesperante. Sobretodo cuando no me quiero escuchar y el silencio no para de gritarme.

A veces río.. río sin parar hasta que me duele la mandíbula y sin motivo aparente. Tal vez la primavera se ha colado en mi colchón y las ganas de florecer me dan los buenos días. Otras, soy tan vulnerable que incluso las hojas del otoño pueden tirarme al suelo.

A veces independiente hasta de mi propia mente, otras me siento adicta de una droga llamada compañía.

A veces camino perdida sin encontrar bien qué demonios hago aquí, qué me espera más allá..o más acá. Otras veces me encuentro con miradas conocidas, esas que me enseñan que el camino está en la luz de sus ojos, que no pestañee, que es real.

A veces me derrito con el hielo y me congelo con el verano. A veces soy dueña de mis palabras, otras esclava por soltarlas al viento. A veces me creo de piedra y me lanzo cuchillos para hacer fuerte las heridas. A veces observo mis cicatrices y pienso "esto no lo borra ni el más profundo de los olvidos" y sonrío.. porque soy todo lo que no ves. Soy ángel escondida en la madrugada y demonio que se posa en el horizonte.

A veces soy, y otras veces, solo existo. A veces no me creo genia de las palabras ni siento que esto es lo mío.... pero SIEMPRE, SIEMPRE escribo.


Soy lo que no ves.

lunes, 10 de enero de 2011

Para tí.

Las palabras se tambalean si no encuentras forma de describir los sentimientos más profundos. Alguien me dijo, que, cuando eso sucede, es porque son de verdad.
Supongo, que por eso me es tan dificil describirte en una palabra; por eso, te doy las gracias.
Supongo que hemos nacido bajo universos distintos pero que, sin embargo, una misma estrella nos rozó. Ahora, sin tu luz la mía no brilla, y yo intento por todos los medios que la tuya siempre tenga la luz necesaria para que eso te permita sonreir. Creo que esto ha sucedido sin que me lo propusiera, sin que lo esperara; me refiero a todo ese rollo de los mejores amigos.. Todos los que he tenido, siempre han ido desapareciendo, han estado de paso en mis vidas.
Yo no se mucho de conservar amistades.. en realidad, todo el mundo me dice que las amistades son solo una etapa de tu vida, en la que igual que aparecen se van; que todo tiene fecha de caducidad.
Lo que pasa es que ellos no entienden que yo antes pensaba igual. Lo que tú no entiendes es que me salvaste del abismo cuando estaba a punto de tirarme. Me quitaste la venda, me abriste tu alma, esa que llevaba tanto tiempo escondida, o que quizá nunca nadie pudo encontrarla. De lo que estoy segura es que alguien tenia que descubrirte.
Soy afortunada por ser yo la descubridora.
Gracias por ser mi mejor amiga, mi diamante en bruto. Gracias por quererme como nadie.

Te quiero Ivana.

sábado, 8 de enero de 2011

Cierra los ojos.

¿Lo notas? La tormenta no volverá hoy.

La pequeña sonrisa de Amelie la ha espantado al lugar donde las piedras no rebotan, los pequeños detalles no son importantes y las calles no son como las de París.

Gracias por inspirarme, tú y tu fabulosa historia que nunca morirá.

viernes, 7 de enero de 2011

Miedo.

Sin él no somos nadie, porque si el miedo no existiera, el mundo sería un completo kaos, donde nada tendría la esencia que se necesita y la palabra arriesgarse solo sería una utopía.

Hoy no siento ese tipo de miedo que se experimenta cuando crees perder a alguien, algo e incluso un instante. Hablo del tipo de miedo poco común que le es diagnosticado a tipos de personas como yo: Corazones que han amado tanto hasta desangrarse. Una vez que pasas por la frontera del sinsentido, tu percepción sobre el mundo es infinitamente diferente. Incluso cambia la forma de temer.
 
Miedo. A que las mariposas de mi estómago se hallan congelado y nunca más vuelva a besar desde el interior hasta mi boca. A que otra piel roce mi espalda y no note como mi bello se eriza. A que acaricien mi cuello y no sentir cosquilleos en la nunca. A mirarme en otros ojos y solo ver esa veta verde que desprendían los tuyos.

Pero sobretodo, miedo a perder para siempre ese deseo de dar el alma.


Le doy al mundo 359 días para que me muestre que de un año a otro las cosas cambian. A mejor, si no es mucho pedir.